Los automovilistas comúnmente tenemos dificultades al conducir bajo la lluvia ya que el pavimento se torna resbaladizo y la visibilidad disminuye, por tanto el riesgo a tener un accidente automovilístico aumenta.
Al conducir bajo la lluvia es complicado prestar atención a otros automovilistas y peatones. Por tanto te recomendamos disminuir la velocidad y aumentar la distancia habitual de tu vehículo con otros, pues el tiempo de frenado es más lento. La mejor forma para frenar es realizar pisadas cortas y suaves para secar la humedad de las pastillas y no bloquear la dirección.
También es común que los vidrios se empañen, esto se debe a la humedad, así como al nivel de temperaturas dispares dentro y fuera de tu automóvil.
Para ello te recomendamos aplicar con un trapo seco vinagre blanco diluido en agua; alcohol o jabón de ropa combinado con glicerina y agua, en el parabrisas para repeler la humedad y suciedad, así mismo puedes usar aerosoles o jabones especiales, que puedes obtener en tiendas donde vendan productos y accesorios de limpieza para autos, y así obtener el mismo resultado. En caso de requerir resultados rápidos, deberás encender el aire acondicionado hasta que el parabrisas se desempañe.
También es recomendable prestar mucha atención a las señales de tránsito y encender tus luces intermitentes para que otros conductores nos vean mientras nos desplazamos.
Así mismo deberás evitar maniobras bruscas, tanto en frenado, como en el cambio de dirección o carril, para esto es recomendable alertar siempre a otros conductores a través de las luces direccionales pues ver y ser visto es fundamental.
Asegúrate de mantener tus limpiaparabrisas en buen estado y contar con el líquido suficiente en el depósito del lavaparabrisas para cualquier emergencia.
Redacción Alexandra Leyva Herrera