Cuando la calidad del aire es extremadamente mala, se aplica la Contingencia Fase I. En esta fase se pone en grave la salud de la población en general. Entre las principales medidas, se lleva a cabo un programa de vigilancia epidemiológica para monitorear los efectos en la población se reduce el 50% de la operación de las termoeléctricas cercanas a la Ciudad de México, se suspenden actividades en las gasolineras que no cuentan con equipo de recuperación de vapores, se reducen las emisiones de la industria en un 30% y la restricción vehicular.
La Contingencia II se aplica cuando la calidad de aire es extremadamente mala y además el IMECA de ozono o de partículas menores a diez micrómetros superan los 245 puntos. En esta fase los daños a la salud son graves, lo que implica suspender todas las actividades en las oficinas públicas, escuelas, instalaciones culturales y recreativas.
La duración de estas aplicaciones es de las 24 horas, siempre y cuando la contaminación disminuya. Si los niveles de contaminación continúan representado un riesgo para la salud, se mantiene la fase de la contingencia ambiental o se pasa a la siguiente con acciones más estrictas.
Medidas que debemos de tomar:
No realizar actividades al aire libre.
Disminuir el uso del vehículo.
No quemar materiales a cielo abierto.
Fuente: Centro Nacional de Apoyo para Contingencias Epidemiológicas y Desastres, A.C.
Redacción: Abril Paredes Pérez