El anticongelante controla los cambios térmicos, dando un equilibrio a la temperatura sin dañar el motor. Es decir, cuando está caliente evita que se evapore y gracias a sus propiedades permite que no se congele en temperaturas bajas.

El objetivo del líquido refrigerante para un motor es mantener la temperatura óptima de funcionamiento en la cámara de combustión.

El motor es una máquina térmica que debe tener un control de temperatura, el líquido refrigerante es el que evita que se eleve el calor o se congele cuando el vehículo se expuso a temperaturas bajo cero.

Un bajo nivel de anticongelante en un vehículo hace que la calefacción deje de funcionar.

El control del nivel líquido refrigerante es sencillo, basta con revisar el vaso de expansión frecuentemente y rellenar con liquido anticongelante, cuando baje el nivel del líquido por debajo del mínimo estipulado por el fabricante.