Por: Oscar Sanabria

Uno de los mejores hábitos a aprender, enseñar y reproducir  es el ahorro. La mejor manera de lograrlo es que éste se ajuste a las necesidades de la persona, pero en general,  depende de la organización sobre los recursos. Con un poco de constancia, tener una reserva económica,  será una realidad para quien la aplique. Las ideas para guardar dinero hoy y usarlo mañana dependen de cómo lo generamos y en qué lo utilizamos, el gasto, la inversión, los costos de vivir y el valor de otros perdurables.

Después de una casa, los autos se han convertido en las posesiones más importantes para los mexicanos; podemos adquirirlos a través de créditos,  préstamos, ahorros o bien con sistemas de autofinanciamiento.  Para comprender mejor nuestra capacidad de economizar debemos establecer  de cuánto dinero disponemos para pagar una mensualidad por dos, tres o cuatro años para adquirir un vehículo además de  tener claro en qué lo utilizaremos, conocer el uso real de vehículo, fuera de la emoción caprichosa de pensar que cada fin de semana saldremos de la ciudad con los amigos o la familia.  La autonomía de combustible, los gastos en caso de reparaciones, los montos de dinero que implican estacionar un auto, lavarlo y mantenerlo en buenas condiciones.

Si la situación de la economía familiar lo permite, la mejor oferta es pagar el auto de contado, pero también hay buenos tratos con autos que se compran en plazos. Un ejemplo es el autofinanciamiento en donde puedes avanzar a buen ritmo e incluso adelantar pagos sin que afecte el valor final del vehículo, los créditos bancarios o vendedores de autos semi-nuevos que al final pueden convertirse en buenas compras si se negocia cuando menos alguna garantía. No obstante, una compra en parcialidades es similar a un sistema de ahorro, el hábito sin embargo, es positivo y no estresa a nadie.

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